Tradicionalmente, el mala o rosario budista consta de 108 cuentas del mismo tamaño. Es utilizado para llevar el registro de las recitaciones de mantras o palabras de poder, dotadas de profundo significado y utilizadas como un medio de protección mental.
El número sagrado de 108 predata al surgimiento del Budismo, siendo el número clásico adscrito dentro del hinduismo para nombrar a las deidades o dioses. Como un múltiplo de 12 y 9, representa a los nueve planetas en las doce casas zodiacales. Como un múltiplo de 27 y 4, también simboliza a los cuatro cuartos de la luna en cada una de las 27 mansiones lunares o constelaciones.
El nueve es asimismo un número mágico, ya que cualquier cantidad multiplicada por este, resulta en un cifra en donde la suma de sus dígitos, es también múltiplo de nueve. Algunos malas tienen las 109 cuentas, esta última la cuenta del Gurú, más grande y que forma la terminación del mala en la borla. Los malas de muñeca suelen tener 22 o 27 cuentas.